Vasco y Armenio. Estado de la cuestión.
Antoine Meillet en París, en los años 30, era la autoridad lingüística indiscutida. Sentaba cátedra con sus opiniones. Pero algunas de sus opiniones se habían forjado bebiendo en la fuente de la tradición de la historia sagrada predicada en el siglo XIII por el obispo Jiménez de Rada y cultivada por los clérigos vascos hasta el siglo XX. Esta tradición de que el idioma vasco procedía del nieto de Noé y que ya se hablaba en tiempos del diluvio universal, se había metido en las mentes de los vascos marcando una impronta casi indeleble. No obstante había sido contestada tímidamente por algunos profesores europeos de lingüística. Pero en ese tiempo, lo que dijera Meillet iba a misa. Contradecir al sumo sacerdote de la lingüística europea Antoine Meillet era poco menos que una blasfemia intelectual. Meillet creía con pasión casi religiosa en el método de la escuela comparatista, que sólo se fijaba en los elementos fonéticos de las lenguas siguiendo leyes ciegas en su evolución...