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Mostrando entradas de abril, 2015

Carnet de demócrata

Allá por los años 80, a un grupo de profesores colegas, todos éramos jovencísimos, entre 25 y 30 años, un grupo que durante el franquismo había estado más callado que un muerto,  cuando trajimos la Democracia, les dio por decidir quién era demócrata y quién no. Era demócrata, decían, el profesor que dejaba fumar en el Instituto a las niñas de primero de BUP de 14 años. Era demócrata, decían, quien instaba a los alumnos a que le llamaran Nani, en vez de don Manuel; o Chiqui en vez de don Fulano, o Cachi en vez de doña Mengana. Era demócrata, insistían, quien los sábados por la noche iba a la discoteca con alumnos y alumnas   y si así salía un ligue, mejor que mejor. A los precoces que ya teníamos uno   o dos  o tres hijos nos llamaban “retrógrados” y ”cavernícolas”. Era demócrata quien defendía al alumno que le había pegado un cosques a un profesor mayor al subir por las escaleras como defensa del menor en contra de la represión y el autoritarismo. Un día, yo ya me e...

"La pintura y la escritura se mezclan y se enriquecen mutuamente." (Günter Grass)

Publica EL PAIS  entre otras cosas:   "...las disciplinas (la pintura, la escritura) se mezclan y se enriquecen mutuamente." (Günter Grass) ¡Que  casualidad tan grata! Precisamente, ese fue el tema de la conferencia que pronuncié en Cuenca  unos días antes de Semana Santa. Porque mis dos novelas son pictórico-literarias en las que no se puede deslindar pintura y escritura.... Entrevista completa: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/13/actualidad/1428916790_189942.html

Don Tiburcio, el jeta, crea dinero de la nada.

Tiburcio, alias “El Jeta” va, y dice: “Yo soy banquero”;  pero no tiene ni un euro. Tiene jeta. Juanito, alias “El Tonto”, le cree y va a pedirle un préstamo para comprar  a Genaro una finca y vacas para ganarse la vida. Genaro es un viejo trabajador que durante toda la vida trabajó  como una hormiga para sustentarse y llegó a tener la finca y vacas con sus muchos sudores, pero ya se siente viejo y cansado y se quiere jubilar, para lo que pone a la venta sus posesiones, que, por fin, le compra Juanito el Tonto con el préstamo que le ha dado Tiburcio el Jeta. La sorpresa de Juanito es que al pedirle los billetes a Tiburcio,  Tiburcio le da una palmada en el hombro diciéndole: “Juanito, Juanito… eso de los billetes era cosa de antes, ahora modernamente se hace de otra manera. Y sigue diciéndole: “te doy un préstamo pero tienes que devolvérmelo en el plazo que fijemos, y también me traes todos los meses los intereses, Sólo te cobro el 10%;  además me lo...