RASTAS

Para los amigos que tengan tiempo de sobra para entretenerse un poco con la anécdota: Cuando yo era alguien, era profesor y jefe de Departamento de Lengua y Literatura y llegó un profesorcete nuevo que, aparte de ser profesor también hacía sus pinitos como actor de teatro. Estaba acostumbrado, y le encantaba, a que en cada concurso de traslados por el que cambiaba de centro levantaba un escándalo con su indumentaria para comenzar las clases cada principio de curso: camiseta de tirantes, pendientes, sandalias “jipis” ibicencas, y bombachos asiáticos afarolados de colores.El pelo al cero, eso sí, pues entonces no se habían inventado las rastas. Creía que yo también iba a picar como sus anteriores jefes de departamento. Con la mayor naturalidad del mundo hablamos del plan de curso, sin mirarle más que a la cara, evidentemente; hablamos de los programas que tenía que impartir, del plan de lecturas para los alumnos, no obstante, el gachó, ponía cara de asombro, al comprobar q...