Salamanca 1961
Siendo yo muy pequeño fui a estudiar el bachillerato a Salamanca. Lo que más me impresionó, que nunca había visto, fue la cantidad de ciegos por todas las esquinas con un niño de más o menos mi edad a su lado vendiendo cupones. Me daban mucha lástima. Eran pobres y vestían andrajos. Uno que era ciego y mudo me llamaba la atención especialmente. Se ponía en la esquina redonda de la Facultad de Medicina, al lado del Campo de San Francisco. El lazarillo era el que cantaba: “los dos iguales para hoy, para hoy... para hoy...” Al poco tiempo traté de memorizar aquellas caras y las plasmé en este lienzo. Lo pinté en el año 1961.
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